viernes, 27 de agosto de 2010

HISTORIA DE UN VIAJE A MALASIA

Empezaré diciendo que aquel que tenga pensado viajar al continente asiático, no puede dejar pasar una visita a Malasia, tus ojos, tus oídos, tu boca y tus sentidos lo agradecerán grátamente... El viaje empezó el viernes 20 desde Taipei a Kuala Lumpur, bastante largo y pesado (4h 40min), pero pasó rápido por la emoción del viaje... Nuestro guest house "casa de huéspedes" en Kuala Lumpur estaba en el centro del barrio chino, y llegar alli de noche es todo un espectáculo, donde todo el mundo está gritando para hacerse oír más que los demás, para que cogas un taxi, compres dvd's, camisetas de fútbol, zapatillas, bolsos, relojes y todo tipo de mercancía china de dudosa procedencia... Una vez encontrado el hostal "Reggae Guest House 2", ducha y descanso, porque el viaje se hizo bastante largo desde Kaohsiung, después salimos a dar una vuelta por el bullicioso barrio chino, pero cual fue nuestra sorpresa cuando todo estaba ya completamente desmantelado, y lo que antes eran miles de puestos de toda clase y gente por doquier, se convirtió en un desierto de bolsas de plástico, etiquetas de ropa, bolsas de basura y alguna que otra rata buscando su momento de gloria ante la mirada ciega de la noche de Kuala Lumpur... Así que buscamos algo rápido de comer, y de vuelta al hostal para dormir... El sábado fue un día de lo más intenso, lo dedicamos a andar por toda Kuala Lumpur, desde el barrio chino a Little India incluyendo a las enormes torres Petronas, que son un espectáculo nocturno...Cuando vas andando por Kuala Lumpur te das cuenta de la gran diversidad étnica que hay, no serías capaz de decir en que país estás exactamente, ya que puedes encontrar a musulmanes, hindúes, chinos, malayos, occidentales... de todo un poco... Una de las curiosidades del sábado fue ir a un templo hindú donde había una ceremonia hinduísta, y estaba repleta de gente sin zapatos, que están prohibidos en la mayoría de los templos, ofreciendo flores y comida, y tocando música con instrumentos típicos de la India... Aunque lo verdaderamente impresionante del sábado fue estar delante de las torres Petronas iluminadas, donde parece que el cuello se va a partir para poder ver el final de cada una... Y la noche del sábado, como no podía ser de otra forma, la aprovechamos para visitar la zona de marcha malaya, pero más que malaya parecía una zona de Málaga, llena de pubs y occidentales con ganas de beber y algo más... El problema de Malasia es que al ser un país mayoritariamente musulmán, el tema del alcohol está bastante caro, así que no conviene mucho salir hasta emborracharse... El domingo lo dedicamos a conocer algo más la capital y probar la comida malaya, que no tiene nada que envidiar, en la que utilizan mucho arroz, verduras y, como no, mucho picante, aunque te digan que es solo un poco... Lunes por la mañana, consulado de Taiwán y bus para Malaca, ciudad nombrada patrimonio histórico por la UNESCO y bien merecido que lo tiene porque es una maravilla, con edificios de estilo colonial, calles estrechas, barrio chino, asentamientos portugueses y un río que atraviesa la ciudad...Recién llegados a Malaca, sin haber comido, le propuse a mi compañera de viaje que nos acercáramos a la oficina de turismo para algunas nociones básicas de la ciudad y plano de la susodicha, a lo cual su réplica fue: "Tengo más hambre que ganas de informarme, pero bueno!!", y esa frase se me quedó marcada a fuego... El miércoles fuimos a una isla a 5 km de la costa, Pulau Besar, vestigios de lo que antaño intentó ser una isla de asentamiento turístico, se ha convertido en lo más parecido a una isla fantasma con edificios abandonos dotada de cierto encanto misterioso, a la que solo llegan escasos barcos a lo largo del día... El miércoles vuelta a la capital para recoger mi visado, pero antes dimos un paseo por el barrio malayo de Kampung Baru, famoso por su comida y casas de estilo malayo, generalmente bajas y sostenidas sobre vigas de madera, bajo una calor sofocante y cargando un mamotreco de mochila a la espalda, tras el paseo y una buena comida malaya, nos fuimos al consulado, donde por fin me dieron un visado en condiciones con posibilidad de renovación pasados 2 meses, cosa que a estas alturas me sirve para poco, visto que en menos de dos meses vuelvo a tierras estepeñas... Pasado el trámite del visado, y sin problemas, cogimos otro bus para Kuala Selangor, para vivir la experiencia de pasar por un río en una minúscula barca y ver las miles de luciérnagas que iluminan el río, una maravilla de la naturaleza que hay que experimentar... Y el jueves temprano vuelta a Kuala Lumpur y emprender camino de vuelta a Kaohsiung...

Curiosidades malayas: Es increíble como se crean puestos de trabajo en Malasia, ¿cuántos de vosotros, amigos lectores, ha visto a 3 personas trabajando en un autobús de línea? Pues en Malasia es posible, el conductor, el que te vende los tickets una vez que te has sentado y un tercero que en algún momento del trayecto sube al bus como una exalación y le parte los billetes a todo el mundo.

Si recorriendo Andalucía en coche o en bus, hasta donde te alcanza la vista, ves campos y campos de olivos, aquí en Malasia es lo mismo pero con palmeras y palmeras hasta donde te alcanza la misma vista...

También es alucinante caminar por calles de Malasia entre decenas de monos, aunque inofensivos, infundan bastante respecto, así que mejor ser cautelosos. Aunque no es agradable ni habitual ver a un mono atropellado en medio de la carretera...

Transporte en Malasia, precios bastante económicos en los autobuses tanto de corta como de larga distancia, y todos con aire acondicionado... En el tema de los taxis tenemos que hacer especial mención ya que, o bien regateas con ellos, cosa muy común en Malasia, o le dices que utilicen el taxímetro, a lo que algunos se niegan porque saben que así perderán dinero, y si lo hacen, al final de la carrera te añaden un plus debido a algo que no entiendes muy bien porque, aun así son bastantes baratos, y en ninguna ocasión pagamos más de 3 ó 4 € por carrera...

Como regatear en el mercado de Chinatown, en dicho mercado puedes encontrar de todo como ya he mencionado antes, además de ser el paraíso de las falsificaciones, es bastante entretenido negociar el precio del artículo que quieres comprar, la cuestión es dar como precio inicial uno muy por debajo del que en realidad estás dispuesto a pagar, para así llegar al que buscas, y por lo general sueles llevarte el gato al agua...

En el aspecto culinario, si os gusta el picante no tendréis problemas, pero si no es el caso, mejor que os aseguréis de que lo que habéis pedido no es picante, o que simplemente lo es un poco, pero cuidado con ese "poco", porque para ellos el hecho de echar fuego por la boca como un dragón no es indicio de picante, así que MUCHO OJO!!!...

En definitiva, es una experiencia enriquecedora el hacer un viaje a Malasia, en el cual te puedes empapar de diferentes culturas y costumbres, en las que todos están dispuestos a enseñarte lo mejor de cada una de su cultura y religión...

Espero que hayáis encontrado interesante este viaje malayo...

Un abrazo a tod@s mis lector@s...

1 comentario:

  1. muy guays e interesantes tus fotos, alfredo, me han gustado mucho. que sigas disfrutando por ahi!

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